
En la vida no hay conclusiones. Uno no sabe cuándo está haciendo las cosas bien, cuándo las hace mal, dónde esta la línea que separa lo bueno de lo malo. Hay decisiones que no tienen vuelta atrás, que se toman con todas las consecuencias.
La verdad es que hay momentos que no se pueden explicar a una cámara, ni escribirlos en un guión, ni interpretarlos o recitarlos. Lo que quiero decir es que, la vida es otra cosa.
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